Laboratorios de mandalas
Niñas y Niños.
Laboratorios de Creatividad y Mandalas. Actividades para Escuelas.
PINTemos Mandalas.
Mandala es Círculo. En el círculo todos los puntos que lo componen
están a la misma distancia del centro.
Encontrar este centro es el objetivo más profundo de nuestra vida: allí está
nuestro hogar.
Si ese centro está estable, entonces el movimiento es posible. Se necesitan
mutuamente: el punto y el círculo, la calma y el baile, el contenido y la
forma, el uno y el todo, la semilla y la fruta.
Contemplar y pintar un mandala es una invitación a la totalidad, a la fuerza y
la energía, al equilibrio, la calma y el silencio. Es una puerta a integrar
nuestro mundo interior con la vida cósmica.
La calma no se encuentra en la cima de la montaña.
El ruido no se encuentra en los mercados de la ciudad.
Ambas cosas residen en el corazón del ser humano.
Sabiduría Oriental
Laboratorios de
mandalas para niñas y niños
Se llaman laboratorios
porque son espacios de exploración,
búsquedas y descubrimientos, utilizando el arte como canal expresivo de la
creatividad y el juego como motor dinámico del hacer individual y compartido.
La intención de esta siembra,
... es!
§ Desde
el encuentro con los mandalas, explorar, desarrollar, nutrir y potenciar la
creatividad.
§ Que
los niños y niñas despierten sus capacidades de expresión artística y las
manifiesten con certeza, confianza y disfrutando.
§ Descubrir
los potenciales internos de cada niño y niña, (las semillas) y guiarlos para
que pueden cobrar vida expresándose desde el lenguaje del arte en forma lúdica.
.: Qué hacemos en estos
laboratorios?
Trabajamos en forma de
mandala, en una ronda, un círculo. Desde la contención del círculo de seres que
la conformamos vamos desarrollando nuestras propias habilidades, intereses y
necesidades individuales.
Nos encontramos con los
materiales para crear de una forma orgánica, respetando la forma y el tiempo de
cada uno, promoviendo el cuidado y respeto de la creación personal, grupal y
hacia el entorno.
Exploramos una
diversidad de materiales y explorando descubrimos formas de utilizarlos, mientras
se nos van despertando nuevas ideas para expresar. Pintamos, dibujamos,
tejemos, modelamos, construímos, cantamos si queremos, escuchamos y hablamos. Y
siempre respetamos las ganas y las no ganas de hacer de cada uno, y el tiempo
que necesitamos, que es muy importante.
La llave mágica es
que disfrutemos mucho de lo que estamos haciendo!!!
.: Los círculos y las edades
Círculo de
Semillitas muy chiquititas. Niñas y Niños de 2 a 5 años.
Círculo de Semillitas. Niñas y Niños
de a 5 a 11 años.
Círculo de Semillas. Adolescentes. Desde séptimo grado a
quinto año secundaria.
.: El rol de guía facilitador en los laboratorios y
actividades con mandalas.
El rol como guía de las niñas
y los niños en este camino del arte hacia el encuentro interior en cada uno se
propone desde un camino compartido en este tiempo de taller.
Sumando el lenguaje simbólico
y onírico de los cuentos y juegos (el lenguaje del alma) que nos ayudan a crear
la burbuja mágica que necesitamos para que la creatividad suceda desde un
lugar diferente a la realidad que percibimos todos los días.
Y escuchando,lo que las niñas
y los niños proponen y van encontrando
que necesitan expresar, guiamos asistiendo y acompañando desde pautas que se
comparten como llaves mágicas que los invitan a abrir nuevas puertas en sus
propios, únicos y maravillosos caminos de vida. Para manifestar la luz de
sus dones e irradiarlos al mundo! Mientras nos compartimos y
disfrutamos mutuamente.
Qué son las
o los mandalas?
Mandala es una palabra que proviene del sánscrito y
significa, contenedor de lo esencial, esencia contenida dentro de un círculo
sagrado.
En el círculo todos los puntos que lo componen están a la
misma distancia del centro. Encontrar este centro es el objetivo más profundo
de nuestra vida: allí está nuestro hogar.
Si ese centro está estable, entonces el movimiento es posible. Se necesitan
mutuamente: el punto y el círculo, la calma y el baile, el contenido y la
forma, el uno y el todo, la semilla y la fruta.
Son centros energéticos de equilibrio y
purificación, con la capacidad de TRANSFORMAR las energías del entorno y
las nuestras.
Contemplar y pintar un mandala es una invitación a la totalidad, a la fuerza y
la energía, al equilibrio, la calma y el silencio. Es una puerta a integrar
nuestro mundo interior con la vida cósmica.
Están presentes en todas las culturas y tradiciones
espirituales ancestrales, en todo el planeta
y no pertenecen a ninguna religión, las contienen a todas como esencia
de encuentro con la verdad esencial.
Qué nos aportan las o los
mandalas?
Conectarnos creativamente con mandalas, favorece la
concentración, desde un estado de relajación y creación activa desde la
quietud, estimulando la expresión de nuestra creatividad y activando la energía
positiva, entre muchas otras virtudes y cualidades armonizadoras.
Desde la visión de la psicología, representan la
totalidad de nuestro ser, y al profundizar en el encuentro con ellos,
realizamos un viaje al interior de nuestra esencia, un camino de introspección,
una mirada consciente hacia el interior de nuestra alma, que nos permite
equilibrar nuestra mente y emociones desde el estado de PAZ interior.
Además de ser llaves portadoras de armonía las
actividades sencillas y lúdicas con los mandalas, como dibujar, pintar,
modelar, tejer, danzar, nos entretienen mientras disfrutamos creando y nos
conectan con nuestra capacidad innata de CREAR y Hacer Arte mientras nos vamos
descubriendo a nosotros mismos como ARTISTAS y CREADORES concientes de nuestra
vida.
Qué nos aporta el trabajo artístico y creativo con el color?
Los colores son portadores de energía y a través de ella
ejercen efectos en nosotros, en los animales, en las plantas y en el entorno.
Son una propiedad de la luz, una concentración de vibraciones energéticas.
El uso del color asociado a una actividad creativa produce
inmediatos resultados: equilibra la actividad de nuestra mente, nos aporta
calma y paz interior, estimula nuestra capacidad de dar y recibir, nos pone en
sintonía con el entorno, revitaliza nuestro impulso vital y llena nuestro
corazón de pensamientos positivos.
La visión del trabajo con mandalas desde el soporte de
Pedagogía 3000.
El mandala es un dibujo de origen sagrado que tiene un punto
central y a su alrededor un desarrollo en general más o menos simétrico. Son,
por lo tanto, dibujos ordenados alrededor de un centro y están ligados a un
estado interior. Mandala es una palabra que viene del sánscrito y significa
círculo, corona, rotación, circulación, coro, baile y ofrenda. Esta palabra es
también conocida como rueda y totalidad. Más allá de su definición como
palabra, desde el punto de vista espiritual es un centro energético en
equilibrio y purificación que ayuda a transformar el entorno y la mente. Se
define como un sistema ideográfico contenedor de un espacio sagrado. El mandala
es también llamado psico-cosmograma y permite a quien lo utiliza reintegrarse
en el universo y en la conciencia absoluta. Es una forma de arte-terapia.
Los mandalas son utilizados desde tiempos remotos en todas
las culturas ancestrales del mundo: India, China, Tibet, pueblos originarios de
América, Australia, etc…
El psicólogo Carl Jung dijo que pintar mandalas era tan
poderosos que lo salvó de la locura. Los utilizó en terapias con el objetivo de
alcanzar la búsqueda de individualidad en los seres humanos. Jung solía
interpretar sus sueños dibujando un mandala diariamente. En esta actividad
descubrió la relación que estos tenían con su centro y a partir de ahí elaboró
una teoría sobre la estructura de la psique humana. Según Carl Jung, los
mandalas representan la totalidad de la mente, abarcando tanto el consciente
como el inconsciente. Afirmó que el
arquetipo de estos dibujos se encuentra firmemente anclado en el inconsciente colectivo.
El mandala representa
al ser humano. Interactuar con él nos ayuda a curar la fragmentación psíquica y
espiritual, a manifestar nuestra creatividad y a reconectarnos con nuestro ser
esencial. Es como comenzar un viaje hacia nuestra esencia, nos abre puertas
hasta ahora desconocidas y hace que brote nuestra sabiduría interior.
¿Cómo hacer un mandala?
Se puede colorear, completar o inventar. El coloreado del
mandala puede ser realizado por todo el mundo, niños o adultos que sepan o no
dibujar. Colorear es fácil, solamente hay que rellenar con color y su material
la pintura (acuarela, tintas, ceras, lápices de colores, etc.) en función de su
estado de ánimo. Dejen a sus alumnos y a sus hijos pintar como quieran. Pongan
música de fondo suave si así lo desean.
Al dibujar desde el centro al exterior podemos abrir el
corazón y expandirnos. Al dibujar desde el exterior hacia el centro, nos
concentramos, cerramos y evitamos la dispersión. Dejar que el niño, la niña o
el adulto pinten como quieran, sin intervenir, sin inducir nada. Que sigan su corazón.
En talleres vivenciales se pueden hacer mandalas grupales.
También se puede trabajar un mandala con una intención,
pensando en el Amor, en la Paz o en lo que deseemos profundizar o adquirir.
Para las futuras mamás poner toda nuestra atención amorosa en el bebé por nacer
mientras pintamos el mandala, es un excelente ejercicio.
Al colocar un mandala en la pared, automáticamente se
armoniza la habitación o el aula.
Toda actividad con mandalas corresponde a una labor desde el
interior. Es meditación y ofrenda. En efecto, al trabajar con el mandala, al
recorrerlo, contemplarlo, colorearlo, uno también inicia un viaje hacia su
propio centro, su propio corazón. Permite conectarse con su propio ser interior
divino. Asimismo podemos trabajar los laberintos, los patrones universales, la
geometría sagrada o simplemente el dibujo libre.
Los corros y danzas circulares son mandalas vivientes que
nos conectan con mucha fuerza a nuestro interior, ayudándonos de manera muy
eficaz a conocernos mejor, al mismo tiempo que creamos una energía de grupo
armónica, placentera y solidaria.
Los beneficios de
dibujar o pintar mandalas son múltiples.
Permiten un trabajo de
meditación activa.
Nos conectan con nuestra esencia.
Proporcionan fluidez con el mundo exterior.
Ayudan a expandir nuestra conciencia.
Desarrollan la paciencia.
Aumentan la intuición.
Dan autoestima y aceptación.
Sanan física, emocional y psíquicamente. (Armonizan)
Recobran el equilibrio, permiten centrarse.
Nos proveen de intuición creativa, sosiego, armonía y calma interna.
Las formas y significados.
Los mandalas no son simples dibujos de colores. Todos los
elementos que en ellos se integran tienen un significado. Por ejemplo:
Los círculos representan el movimiento, lo absoluto, la síntesis, el verdadero
yo.
Los corazones representan el sol, el amor, la felicidad, la alegría, el
sentimiento de unión.
Las cruces representan la unión del cielo y la tierra, la vida y la muerte,
loconsciente y lo inconsciente.
Los cuadrados representan los procesos de la naturaleza, la tierra, la
estabilidad, el equilibrio.
Los mandalas nos
permiten desarrollar el don de la Integración
(re.unir nuestras partes fragmentadas, que vibran en conciencia de separatividad).
En nuestro interior y hacia el mundo exterior, nos facilitan integrarnos al
entorno y colaborar en la integración de “las partes” que conforman ese entorno
y llegar al sentimiento genuino de unión y unidad.
Mandala de las 4
semillas.
Plato con cuatro vainas de Europa oriental; las tres líneas simbolizan la
fuerza de la vida.